martes, 31 de marzo de 2015

EXTRA SEMANA SANTA (1)

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Viñeta de hoy en El Norte de Castilla

domingo, 29 de marzo de 2015

MONCHO Y EL HUMOR FEROZ

Ayer fueron enterradas las cenizas de Moncho Alpuente en la sepultura materna del cementerio de San Isidro, en Madrid, un lugar cargado de ostentosos panteones y góticos mausoleos que harían las delicias de un pintor romántico. Música universal y segoviana interpretada por Luisa y Cuco Pérez y Gaspar Payá sonaron en su recuerdo en la apertura y cierre del laude. Recordé la famosa "Adelante hombre del seiscientos, la carretera nacional es tuya..." que él compusiera. En el acto, muchos amigos y compañeros: Cabañas, Madrigal... o el periodista Luis Conde. También Edu Galán, de Mongolia, que me dijo que iría, aunque entre tanta gente no pude verlo.

Les contaré de los actos que haremos en su recuerdo en Segovia, Casualmente, hoy en la edición segoviana de  El Norte de Castilla, se publica este artículo de Jaime Rojas, en el que cita la estancia de Moncho en  El Cochinillo Feroz:



viernes, 27 de marzo de 2015

MÁS SOBRE MONCHO

Mañana en Madrid, teendrá lugar el último adiós a los restos de Moncho. Él había nacido en esa capital, pero había estudiado en un internado de Segovia, ciudad que le había llegado al corazón hasta el punto de comprarse una preciosa casa en las afueras de la misma, en un bellísima alameda a orillas del río Eresma, por donde paseaba Machado. Y en este lugar y en su otra casa del barrio madrileño de Malasaña, vivía en continuo vaivén semanal.

Traigo aquí dos fotos más de  la época de El Cochinillo Feroz; una, tomada en Segovia con motivo de una entrega de premios de la revista, en la que vemos agachado a Madrigal, con César Pérez, Moncho, Quico Serrano y yo, de pie, junto a los ganadores. La otra es de la presentación de la revista en Madrid; de los cinco fundadores, faltamos César y yo, pero está Máximo.





martes, 24 de marzo de 2015

RECORDANDO A MONCHO

El 1 de enero de 1999 veía a la luz el primer número de El Cochinillo Feroz, la publicación satírica que fundamos Moncho Alpuente, Madrigal, Quico Serrano, Cesar Pérez y yo mismo. El la foto siguiente, en la que no se ve a Madrigal, lectura del acta fundacional en la crepería Zascandil.

















Y aquí, una de las presentaciones de la revista a cargo de Moncho, Madrigal (guapísimo) y José Orcajo, más los muñecos que preparamos para acompañarnos. El de la izquierda, debido a Fran Orcajo, sería la mascota que desde el primer número iría adosada al título durante siete años y un día.


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sábado, 21 de marzo de 2015

MI AMIGO MONCHO

Acaba de morir súbitamente Moncho Alpuente, mi amigo Moncho, la pluma con más ingenio del periodismo satírico español. Con él tuve el placer de compartir durante siete años la dirección de El Cochillo Feroz, ilusionante proyecto que estábamos ahora reviviendo en El Churro Ilustrado. Hombre libre y generoso, no me resistí a dibujarle diversas caricaturas y dedicarle algunos articulos. Mañana saldrá otro en El Norte de Castilla, pero el día es hoy y ante la urgencia, opto por repetir aquí uno ya publicado. También algunas de aquellas caricaturas que le hice a lo largo de casi dos décadas de amistad.

Hasta siempre, amigo Moncho.


MONCHO ALPUENTE / PERIODISTA

La Alameda

Me hubiera gustado bajar de nuevo a la Alameda del Parral la Noche de Luna Llena de este año, y no recorrer otra vez más cuesta arriba, cuesta abajo, la manida calle Real, tan de a diario, tan dominguera, tan bella como pateada de turistas.

Me hubiera gustado, digo, para encontrarme de nuevo con Moncho Alpuente luciendo su orgulloso look de sílfide y enmascarado con su perilla de plata. Lo cierto es que ya paseo por allí cuando aprieta la calor, que dijo el poeta, y tuerzo la cabeza mirando las escaleras que conducen a su casa por si lo veo junto a Chari regando el jardincillo donde reposan las cenizas de la alegre y añorada Maki, pero no, esas las dos o tres de la tarde no son horas para ver a una persona decente, a un artista.

Sí, ojalá la Noche de Luna Llena se hubiera celebrado en La Alameda para haberle preguntado eso de ¿qué hay de lo nuestro?. ¿no habías quedado en que me llamabas para juntarnos hace no sé cuánto tiempo?, ¿cómo vas de tus costillas quebradas?, ¡muy bueno tu último artículo en...!

Y no hay peloteo en alabarle ese artículo, ni el anterior, ni ninguno. Moncho, el buen Moncho (y fíjense que “buen” tiene más categoría humana que de haber escrito “gran”) es una de las mentes mas brillantes del panorama periodístico hispano. Y no sólo mente, sino pluma literaria: una veintena de libros en su haber y cientos de columnas publicadas en la prensa lo prueban. Mientras, aquí, en esta ciudad, como ocurre con todos aquellos que no son matracas, cantamañanas, lameculos... no se le cuida bastante. ¡Qué pena de no vivir en la ciudad del Pisuerga!, por ejemplo.

Lo dicho, me hubiera gustado bajar de nuevo a la Alameda del Parral la Noche de Luna Llena de este año y poder echar unas parrafaditas con Moncho. Del puente a la Alameda o de la Alameda, Alpuente


José Orcajo









martes, 10 de marzo de 2015

EL CHURRO ILUSTRADO, PÚBLICO Y EL GRAN WYOMING.

El Churro Ilustrado acaba de sacar un segundo número a los quioscos, con la incorporación de nuevas firmas entre las que se cuentan: Gallego y ReySansónAlfons López (autor de la portada)  Idígoras y PachiRomeuQuiqueTonino, Lombilla, Alberto Casado...

También estrena blog a través de las páginas del diario Público. Os remito a él:

http://blogs.publico.es/el-churro-ilustrado/

Y casi  como colofón al número anterior, os paso este par de caricaturas, a la vez que os cuento su historia:

A finales de 2013, la antigua revista El Clímaco estaba a punto de volver a los quioscos en una segunda etapa,  editada, como en la vez anterior, por José Antonio Velasco, desgraciadamente fallecido hace sólo un par de semanas. En ella, la estrella era El Gran Wyoming, con una sección que se titulaba El púlpito de Wyoming. Pero pasaban los días y los meses y El Clímaco seguía durmiendo, a pesar de que sus autores la íbamos remozando mes tras mes. Finalmente, tras ver que no llegaríamos a término, decidimos sacar por nuestra cuenta una nueva publicación: El Churro Ilustrado, mas como el título de la sección de Wyoming lo había pergueñado Velasco, no así la caricatura que era mía, para aprovechar lo que se pudiera de ésta, no tuve más remedio que cambiar el púlpito por el estrado y despojar a Wyoming de la la sotana para vestirle con birrete y toga. Véanlo: