LA CAJA DE LUCES

Me pregunta Ropto en un comentario si paso a tinta directamente sobre el boceto a lápiz o si lo llevo a otro papel por trasferencia. Voy a responder a ésto diciendo que nunca, pero nunca, nunca, he pasado a tinta sobre el lápiz; prefiero usar la caja de luces o el simple cristal para calcarlo a tinta en otro papel distinto..

La caja de luces consiste, como todo el mundo sabe, en una especie de marco provisto de un cristal trasparente o traslúcido, por debajo del cual hay uno o más focos de luz, que permiten calcar por trasparencia. Hoy en día se venden en las tiendas de dibujo, pero creo que no hay dibujante que no se haya fabricado la suya propia. Personalmente así lo hice hace tiempo, a tamaño mayor que el DIN A3, incliinable, con dos tubos fluorescentes independientes bien ubicados, para evitar  sombras por interferencias en el caso de encender los dos al tiempo, y con un foco también independiente en la parte superior.  

Pero a decir verdad, prefiero un cristal reclinado sobre un par de cajas o libros, y un flexo puesto debajo. Y algo parecido he tenido que improvisar cuando he salido de viaje, incluso sirviéndome una mesa de esas bajas de metacrilato que hay en muchos salones, y una lamparita de mesilla. 

Y una cosa más, he dicho que nunca, nunca, he pasado a tinta sobre el lápiz. Pues hay una excepción: hace año y medio fui operado del corazón, sin aviso para prepararme y dejar trabajo hecho. Y en el hospital, lleno de tubos y vendajes y conectado a una máquina, tuve que dibujar durante quince días los chistes cotidianos con lápiz y rotulador, sin poder usar mi caja de trasparencias, ni siquiera el cristal de la ventana. Son los poco más de treinta dibujos en que el lápiz y la tinta no están en dos hojas diferentes

Aquí va mi mesa de luces. Han pasado años, pero sigue en uso. (picar para ampliar)