La serie vio la luz en Amaníaco a partir del número uno, y actualmente la alterno con la de Pollo Pera y Juan Patoche, pero no fue Amaníaco su primer destino, sino que la ideé hace ya un cuarto de siglo para la revista Guai!, (aquella en donde Ibáñez sacó Chicha, Tato y Clodoveo). Iba a publicarse también desde el primer número de esta publicación, pero alguna discrepancia con respecto al tamaño de las narices de mis personajes entre la directora de la misma, Anna Mº Palé y el que esto escribe, , hizo que durmiera durante ese tiempo en un cajón de mi mesa de trabajo.
Muestro a continuación un fragmento abocetado del primer episodio, El vendedor domiciliario, en su versión original para Guay, y tras él, el que salió en Amaníaco antes de poner los textos. Aquí, por razones de formato, estiré el episodio de dos a cuatro páginas, añadí algún "gag" y adapté algo el dibujo a mi estilo actual, aunque todavía pueden verse una mezcla entre ambos (tamaño de manos y pies, etc.).
Son muy divertidos.
ResponderEliminar¿Para cuando la prometida antología de todo tu saber en el mundo del dibujo humorístico?. Estas pinceladas deberían quedar registradas en un mamotreto para guardar en la biblioteca y para que los enfermos del dibujo lo consultemos.
SALUT. R.