lunes, 16 de diciembre de 2013

ISABEL

Aprovechando el tirón de la serie Isabel, que emite TVE, en este lugar llamado Segovia, donde vivió y se auto proclamó reina un 13 de diciembre de 1474, se ha recreado hoy (ayer) domingo aquel acontecimiento con toda parafernalia (actores, figurantes, ropas de época, paseo por la ciudad, toques de campanas, etc). Y aprovechando yo también esta ocasión, he publicado en El Norte de Castilla unas aleluyas acompañadas de una ilustración (fragmento) tal como aquí ven y que reproduzco además por separado y en grande:




















Aleluyas de Isabel, discípula de Luzbel


En Madrigal, noble villa, / nace Isabel de Castilla. // Desde muy niña le encanta / jugar a ser reina y santa. // Tiene un hermano, Alfonsito, / pequeñajo y muy gallito // y es hermanastra de Enrique, // rey blando mas no alfeñique // cuya esposa, una jumenta, // le pone la cornamenta. // Tiene una hija esta pareja / a quien llaman Beltraneja, // que la nobleza no aprueba / por ser hija de manceba, // nombrando a Alfonsito rey / aún en contra de la ley, // más ambiciosa Isabel / quiere deshacerse de él // y guisa al niño un festín / con trucha de Valsaín. // Como en venenos es ducha / pone cicuta en la trucha // y el pobre Alfonso las diña / ciscándose hasta en la niña. // Quiere casarla su hermano / con un viejo casquivano // y ella le da unas ponzoñas / en vez de unas carantoñas // esposándose en secreto // con un tipo analfabeto, // si bien la boda es un timo / pues el marido es su primo, // traba que se manipula / mediante una falsa bula.

Descubre Enrique el pastel / y deshereda a Isabel // nombrando a la Beltraneja / en lugar de a esa pendeja. // Isabel busca el desquite / invitándole a un convite; // aunque siente algún recelo / Enrique pica el anzuelo // y al Alcázar se dirige / a yantar con regocije, // mas tras comer la manduca / palma el rey cual Carracuca.

Estando el muerto caliente / reina se nombra al repente // sin hacer caso a la queja / de la pobre Beltraneja. // Sólo le falta ser santa / a la puñetera infanta // y a tal objeto, sin calma, / se consagra en cuerpo y alma: // instaura la Inquisición / en Castilla y Aragón, // nombra jefe a Torquemada, / un maestro en la estrapada // y en el potro y el cordel / y en la tortura cruel // quien tres mil lleva a la hoguera / de buena o mala manera // y a cien mil les da suplicio / sambenito y falso juicio. // Y este criminal censor / es, no más, su confesor, // brazo fiel de esa diabólica / a quien llaman la Católica. // Ver un judío le aterra / y a doscientos mil destierra, // y lo mismo a la morisca, / cuya propiedad confisca. // Iglesia y trono se forran / con los bienes que atiborran... // No seguimos, ya es bastante / de crónica vergonzante.

Esta es Isabel, señores, / a quien hoy se le agasaja, / Isabel de los Horrores, / la Reina de la Mortaja. // No importan actos salvajes / ni crímenes ni sadismo, / vengan fastos y homenajes, / ¡lo que cuenta, es el turismo!.


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