Y todo ello, realizado con un instrumental sobrio y justo, el "de toda la vida", porque Quique es en esto un clásico. Leamos las palabras que me escribe en un e-mail:
"Pertenezco a la vieja escuela. Tuve una cierta relación con Escobar, el gran maestro, y me comprometí a seguir sus cursos de humor por correspondencia. Por aquel entonces yo ya había publicado mucho y había elaborado mi propia técnica que no era otra que lápiz (del número 2), goma, plumilla, tinta china y papel Guarro. Los cursos de Escobar, que empecé y no pude continuar por falta de tiempo, confirmaron el sistema que yo había seguido desde siempre: dibujar primero a lápiz y "pasar" luego a tinta. Claro es que no se había inventado el rotring ¡ni siquiera el lápiz digital!. Y así estoy con mis plumilas Perry" (en otro correo me comenta: "de esas que cierran y abren la línea según aprietes más o menos y que me encantan" ), "mi tinta, (que ya no es china , ¡vete a saber de qué la fabrican!) y mis gomas Milán con las que borro cualquier asomo de lápiz para que nadie descubra mis zozobras, tal como hacía mi buen amigo Alfons Figueras según me dijo, recientemente fallecido".
Bien, pues según hemos leído, lo que aquí podemos ver es el sencillo material de Quique:
Y éstos son los resultados:
Fantástico amigo Orcajo...enhorabuena por este blog que sigo a diario.Un abrazo
ResponderEliminar"Para que nadie descubra mis zozobras", sublime!
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